En septiembre de 2017, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó oficialmente la legislación sobre los vehículos autónomos que el gobierno federal deberá regular. Los reguladores federales tienen ahora la última palabra en lo que respecta a los estándares de los vehículos autónomos. Esto también significa que más de 100.000 vehículos de este tipo podrían quedar exentos de las normas de seguridad actuales para automóviles, ya que todavía se encuentran en fase de desarrollo.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó por unanimidad antes de llevar el asunto al Senado. Este es el primer paso real hacia la creación de una norma nacional para regular los coches autónomos, en lugar de hacerlo a nivel de estado por estado. En este momento, varias empresas tecnológicas, entre ellas Google e incluso fabricantes de automóviles tradicionales como Ford, compiten acaloradamente para lanzar coches autónomos en las carreteras de Estados Unidos. Como resultado, los expertos en Washington han señalado que el Congreso se vio obligado a impulsar regulaciones antes que los estados individuales. Esto se hizo para garantizar una competencia sana.

Cómo decide el Gobierno la legislación sobre los coches autónomos             

Los requisitos de esta reciente legislación son que el Departamento de Transporte de los EE. UU. debe desarrollar las reglas dentro de un año. Estas se implementarían para los autos autónomos que podrían terminar compartiendo carreteras con los autos operados tradicionalmente. Estas reglas también deben ayudar a separar atributos específicos exclusivos de los vehículos autónomos para abordar mejor los estándares de rendimiento. Estos estándares van más allá de cómo funcionan los autos e incluyen sensores, software y hardware y cómo los conductores y pasajeros deben actuar y reaccionar mientras conducen un auto autónomo.

Mientras tanto, la nueva legislación también permitiría que cerca de 50.000 vehículos quedaran exentos de las normas de seguridad actuales de los vehículos tradicionales. Solo quedarían exentos durante los años de desarrollo, para permitir que la tecnología avance. Muchos expertos predicen que el número de exenciones podría terminar duplicándose hasta unos 100.000 vehículos si el desarrollo requiere otro año antes de la implementación.

Un tema que preocupa al gobierno federal es la ciberseguridad. La prensa ha señalado que los fabricantes tienen dificultades para detectar y responder a los ataques cibernéticos. En este período de dos años, el Departamento de Transporte de Estados Unidos debe crear unos criterios de evaluación de seguridad adecuados para la tecnología de conducción autónoma en todos los frentes. Esto incluye varios requisitos para y de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA).

El futuro de la legislación sobre conducción autónoma

La NHTSA también debe desarrollar nuevas normas en los próximos dos años. Una de ellas exige que todos los vehículos autónomos estén equipados con un sistema de alarma que alerte a los conductores para que comprueben los asientos traseros de los pasajeros cuando se detengan. Se trata de una medida adicional de protección para los niños y las mascotas.

Según USA Today, la declaración oficial de la Alianza de Fabricantes de Automóviles es que este primer paso ayuda a abordar muchas preocupaciones y barreras relacionadas con la tecnología de conducción autónoma. Sin embargo, Consumer Watchdog, un grupo de defensa del consumidor con sede en California, tiene algunas críticas. Se oponen a la legislación a nivel federal. En cambio, creen que excluir a los estados de establecer sus propias reglas es un error, especialmente porque el gobierno federal aún no ha decidido realmente cuáles serán las normas.

En general, muchos funcionarios en Washington de todos los partidos adoptan la postura de que esta legislación es un buen primer paso hacia el establecimiento de estándares adecuados.